jueves, 5 de enero de 2017

El análisis de la conversación: entre la estructura y el sentido



La importancia del análisis conversacional radica en la necesidad de conocer más a fondo la sociedad en todos sus aspectos culturales y comportamentales. Para ello lo hace a través del lenguaje cotidiano, interpretando los diversos signos y manifestaciones corporales (gestos y movimientos) que acompañan la interacción comunicativa.

 Por tal razón, es imperativo tener en cuenta que cada grupo social tiene, además del signo lingüístico, sus propios gestos expresados a través de su rostro o del movimiento de sus extremidades,  con lo cual refuerza el acto comunicativo y de cierta manera corrobora lo dicho o lo contradice. De modo que cuando se investiga,  utilizando como instrumento la conversación espontánea, la entrevista o la observación, los datos recogidos deben ser analizados desde el contenido del discurso y desde los gestos que acompañan a éste, ya que la información llega al investigador de diversas formas, y en muchas ocasiones, aquello que no se obtuvo mediante las palabras, se puede llegar a conocer con las expresiones corporales que acompañaron lo dicho durante la interacción con el sujeto investigado. De ahí que se debe contextualizar el análisis discursivo y recurrir al estudio semántico y semiótico al analizar los datos generados en una conversación. Así, mismo, valorar las convenciones sociales existentes en el grupo social, al momento de interactuar con ellos, ya que éstas pueden  ayudarnos  a determinar los liderazgos y la estructura social del grupo, y de igual forma, a detectar los informantes clave dentro del proceso investigativo.

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